Viento de cara: SAN MIGUEL

Julio - 2014. Revisión rápida a ocho días de turismo por la isla de San Miguel - Azores - Portugal.

Este archipiélago, de origen volcánico, se sitúa en la confluencia de tres placas tectónicas, la europea, la africana y la americana. Como curiosidad, la isla más occidental se sitúa a la misma distancia de Europa que de Terranova.
Una de las cosas que llaman la atención es el poco turismo que recibe a pesar de encontrarse a dos horas de avión de Lisboa y 3 desde Madrid (sólo hay vuelo directo los jueves de verano).

Al principio no sabía si 8 días en una única isla iban a ser muchos y debería visitar alguna otra, pero no. Si vas 10 o más días puede ser interesante visitar 3 o 4 islas, pero San Miguel es muy grande y una semana no sobra.

Otra idea que creo que salió bien es pasar la mitad de la semana en un hotel de la parte este de la isla y el resto de los días en la capital, Ponta Delgada.
Para los días en el este elegimos Furnas como centro de operaciones, lo que te permite visitar la mitad oriental de la isla sin tantos kilómetros de desplazamiento.

La isla es como un jardín donde los setos y las cunetas son de hortensias. Todo está cuidado, limpio. No parece que la crisis de Portugal les haya afectado o su gobierno autónomo gestiona mejor los recursos.
Los miradores, áreas de picnic o los servicios que tienen en las pequeñas playas están a la altura de la mayor calidad europea.

Qué visitar
Pues todo. La lagoa de Furnas, sus caldeiras donde preparan el cozido, todo el nordeste con los estupendos miradouros de la Punta de Madrugada, pueblos como Faial de Terra...
La lagoa de Fogo. La cascada del salto do cabrito o los únicos campos de té de Europa.
Merece la pena la visita a Caldeira Velha, sólo 2 euros la entrada y entras en un paraje muy bonito con la posibilidad de bañarse en la poza de agua termal.
La pequeña playa de Os Muinhos merece una visita.
En la zona oeste, desde luego Sete Cidades, entrando por el sur, pero también por el norte, que da una perspectiva distinta. Las lagunas Empadadas y la del Canario también deben ser visitadas.
Ferraria: en un entrante del mar se sitúa también una surgiente de agua caliente. cuando la marea está alta prácticamente no se nota, pero con marea baja, la gente del pueblo baja a este spa natural acomodándose codo con codo entre las rocas y sirviendo de centro social. A nosotros nos coincidió con un atardecer increíble (está en la costa oeste) y la gente bajaba incluso con cena. Tiene servicios y es entrada libre.
Existe una red de caminos bien indicados (Trilhos) para deleite de senderistas. Hay una página oficial sobre ellos con toda la información y tracks para GPS. También en las oficinas de turismo te dan los folletitos correspondientes. El GPS viene bien pero no es desde luego necesario. Recorrer alguno de estos senderos te permite adentrarte en la vegetación más feraz, el sol no llega al suelo y contrasta con los campos de pasto y cultivo.

DATOS PRÁCTICOS
El alquiler de coche lo hice a través de autoeurope con la local Ilha Verde, recogida y entrega en el aeropuerto con el seguro básico. Muy cómodo y sin ningún problema.

Hotel Terra Nostra. Te da acceso gratuito a sus jardines y a la piscina termal. Aparentemente el mejor o casi de la isla.
Restaurante Tony,s en Furnas.
Restaurante de la asociación agrícola. En Rabo de Peixe. De la mejor carne que puedas encontrar.
Restaurante Caloura, junto al puerto del pueblo del mismo nombre.
Restaurante Melo Abreu en Lagoa, junto al puerto.
Restaurante San Pedro, detrás de la iglesia de San Pedro en el centro de Ponta Delgada.
Sea Colors. salidas para ver delfines y ballenas. Junto a las plazas 10,11 del parking, al final de la linea de estos operadores. Son buenos profesionales, biólogos marinos.

Los precios son económicos, un café después de comer 0,70 y postres 2,5 (la capital siempre algo más caro). En general comes bastante bien por menos de 20 euros por cabeza.
El vino de Pico, otra de las islas no está mal, probamos Basalto y Terras de Lava, sin duda este último es mejor y sale por 5 euros la media botella en restaurante.

Soñemos con el próximo viaje.