domingo, 22 de junio de 2014

SONIDOS DE LA MAÑANA

Alguien leyendo el título podría pensar en el despertador, pero eso yo lo calificaría de ruido, voy por otro camino.

Con el cambio de trabajo, vuelvo a disponer de poco tiempo a lo largo del día, así que como tengo la opción de llegar a la oficina algo más tarde, alguna mañana he madrugado y a las 6:45 estaba ya con las zapas puestas y respirando el aire fresco del amanecer. Reconozco que cuesta levantarse, pero luego el día completo es más satisfactorio.
Con el sol despuntando se escucha el jolgorio de las aves en primavera. El trino de los mirlos, el zumbante aletear del petirrojo o el penetrante flautín de la oropéndola.
El otro día se me cruzó incluso un picogordo a menos de tres metros.
Bueno, hasta un gallo he oído en la urbanización, lo cual me resultó un poco sorprendente a la par que envidiable. Cerca de Madrid, buena zona, huerto, gallinas y a vivir.

Un buen desayuno, la ducha, y en moto al curro. El día se hace más llevadero.
Lo que no puedo dejar de decir es que detesto a esa gente que ya sale a esas horas cabreada con el mundo, angustiada, pisando acelerador en donde no se debe. Qué pena.

Este año no estoy preparando ninguna carrera y de momento mi intención es mantenerme y no tener lesiones. Para el año que viene sí que me apetece afrontar algún reto.
Veremos cuál.

No hay comentarios:

Publicar un comentario