LA MONTAÑA SOLIDARIA. SAN LORENZO DE EL ESCORIAL 2013

Día D-1. Estoy nervioso, o mejor un poco acelerado. La preparación podría ser mejor pero creo que he cumplido para enfrentarme con primer maratón de Montaña.



Día D. Duermo un poco intranquilo, despierto pero vuelvo a quedarme dormido. Después de 6 horas y media me levanto con tiempo y voy tranquilo hacia El Escorial.
Al salir todos juntos, media maratón y maratón hay bastante gente y no paran de adelantarme, en el kilómetro dos y ya picando hacia arriba la cosa se estabiliza. No quiero forzar, tengo que reservar pero aguanto corriendo cuando otros empiezan a andar.
Hay niebla, pero no muy espesa, la temperatura es buena y en la parte alta de Abantos el paisaje es de brujas.
Tras empezar la bajada nos separamos, el voluntario me pregunta si la corta o la entera, yo, rememorando La vida de Brian, le contesto que Crucifixion, y se echa unas buensa risas. Quizá aquí empieza mi momento más disfrutón. Me quedo solo, el paisaje es duro, agreste, se corre bien y pienso en el esfuerzo, esto me lleva a pensar en el sacrificio, el que han hecho por mí la gente que me quiere: padre, madre, mi chica,..
Noto el viento en la cara
A partir de aquí y aunque queda mucha carrera las posiciones se moverán poco, en una bajada criminal me superan dos o tres y por una pequeña rozadura que sólo me molesta subiendo paro un momento en un avituallamiento y tirita al canto. Mano de santo, no vuelvo a acordarme de los pies.
Zona de bosque con arroyos, qué bonito, cómo pasan los árboles, siento el viento en la cara.
Al paso por Robledondo me he echado  un amigo con el que hago varios kilómetros, Miguel, de Hoyo de Manzanares y que corre con el grupo de trail de Torre. Casi vecinos. El recibimiento en el pueblo es espectacular, dos personas aplaudiendo y una viejecilla que nos dice !anda, que hasta que lleguéis al puerto, ... y se está poniendo el día peor!. Bien, nos reímos un poco y tiramos hacia arriba, está muy cubierto pero no cae ni gota. Esta subida no sé por qué pero me mata, el caso es que subo bien, (aunque ando mucho) pero al llegar arriba y empezar a bajar se me atenaza la parte alta del gemelo y duelen un poco las rodillas. Lo de las rodillas lo aguanto bien hasta el final, pero el dolor del gemelo, con calambrazos me acompaña hasta el final. Me encuentro bien, quiero correr, pero sólo en ciertos terrenos se me relaja y puedo tirar fuerte, ya queda menos.
Casi todo es cuesta abajo tremendas zetas por las que me tiro y vuelvo a disfrutar aunque otra subida me hace parecer artrítico. Recuerdo la frase de Ander, estas carreras es como envejecer en pocas horas, cualquier piedra ahora parece un mastodonte, cualquier rampa la ves con un desnivel que no tiene.
El pueblo, las casas, la cúpula del Monasterio...

Rodeamos el Monasterio, me están filmando, pero me pega otro calambrazo y casi me pongo de puntillas, pasa, sigo y META. Poca gente al final pero cómo animaba, las emociones vuelven a salir casi por los ojos.
5 horas 13 minutos y noveno de veteranos.

Creo que la organización ha sido muy buena, casi imposible perderse, y una vez más BRAVO por los voluntarios. Otro detalle bonito es que impriman sobre la marcha tu nombre y tiempo en la medalla. Bonita camiseta.
Seguro que me dejo algo, pero esto es lo que tiene el directo, esta mañana corriendo, esta tarde escribiendo.

Epílogo. Debido a ciertas circunstacias en el curro no voy a poder seguir entrenando hasta febrero y entonces veremos si tengo mucho más tiempo libre o todo el del mundo. La verdad es que el correr me quita todas las ansiedades, me reconcilio con el mundo. qué tendrá además el correr que cuanto más larga es la prueba más te pone las emociones a flor de piel.

A pesar de anunciar 1400 de desnivel positivo a mí me han salido casi +1.700

 Amanece que no es poco, y menos en El Escorial

 En Abanto, todavía con los de la media

Esto era muy empinado