Hoy es mi cumpleaños y la naturaleza es sabia, así que me ha hecho un gran regalo.
Creía que ya poco me podía sorprender en los caminos que unen Peñascales (Torrelodones) con Hoyo de Manzanares, ya tengo hecho mi surco por las pistas y veredas, pero hoy cuando se ponía el sol, además de ver los típicos conejos y un par de abubillas, al desviarme por un pequeño sendero me han sorprendido, creo que yo les he sorprendido más, una cierva y su cría. Qué elegantes, qué color, la cierva, fuerte, la cría, ya alta y más delgada como un adolescente atlético. Bonito regalo.
En otras ocasiones he llegado a correr incluso con jabalíes, pero es la primera vez, en 11 años que corro y paseo por estos campos, que veo unos ciervos a la altura de Navalvillar.
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